Con una enfermedad crónica renal y el uso y abuso de medicina occidental, después de muchos años llegué a creer que no había otra solución y mi frustración fue muy grande. Sin embargo, en la búsqueda de nuevas alternativas, me enteré que en San Marcos La Laguna podía encontrar otras alternativas.

Fue así como después de una de tantas operaciones, llegué a ese hermoso pueblo lleno de magia y energía. Ahí encontré a Mariale, mi ángel de luz, como le digo yo, quién me escuchó y entendió mi dolor y frustración.

Luego de la evaluación, me quedé 10 días siguiendo al pie de la letra sus indicaciones, tomando mis tinturas, masajes, meditaciones y como ella dice, no solo se trata de curar el cuerpo sino todo integrado. No solo recuperé la confianza y la esperanza, sanó mi cuerpo, mi mente y mi espíritu. Otra experiencia fantástica fue el tratamiento con la vibración que producen los cuencos tibetanos. No encuentro palabras para describir la sensación…

Desde entonces y para siempre, sigo las instrucciones de mi bello ángel de luz, la dieta que es fundamental y mantener el equilibrio cuerpo, mente y espíritu. Le agradezco al universo por permitirle compartir su conocimiento, amor y sabiduría. Namasté.